Bismilahir Rahmanir Rahim, Alhamdulilahi Rabbil Alamín, wa assalatu wa assalam ala Rasulillah (s.a.w.) En el nombre de Allah, Él Misericordioso, Él Compasivo, todas las alabanzas son para Allah El Señor de los Mundos, y que la paz y las bendiciones de Allah sean sobre Su Profeta Muhammad (s.a.w.)
Afortunadamente para mí, mi familia aceptó a las mil maravillas que me convirtiera al Islam, precisamente porque ellos también lo había hecho antes que yo.
A menudo nos mandamos e-mails con la información que vamos encontrando, cumpliendo así con la obligación de todo musulmán de hacer llegar el mensaje de Allah.
Hace unos días mi madre me envió un e-mail que me pareció precioso, simplemente porque resume a la perfección el cambio al que te sometes si decides confiar en Allah. De pronto, todo toma sentido y ves las cosas de diferente manera. Y te das cuenta que en realidad, todo hace alusión a Allah y que todo vuelve a Él.
Las ocho lecciones
Shaqîq al-Balji, un gran maestro sufi, preguntó a su discípulo Hâtim, que después también fue un gran maestro, qué había aprendido de él después de muchos años, y Hâtim le respondió: "He aprendido ocho cosas. La primera: he observado a las criaturas y he descubierto que cada una de ellas ama algo, pero cuando la criatura muere, lo amado la abandona y ella se queda sola en la tumba; y yo he hecho de mis bellas acciones lo que más amo porque no dejarán de acompañarme incluso tras la muerte. La segunda cosa que he aprendido contigo: He reflexionado en lo que dice el Corán "Allah prohibe al ego sus caprichos", y me he esforzado por alejar de mí mis caprichos hasta que me he asentado firmemente sobre la senda de la obediencia en exclusiva a Allah. La tercera: he observado que la gente guarda lo que aprecia, y he analizado las palabras del Corán que dicen "Todo lo que tenéis muere y sólo permanece lo que hay junto a Allah", y ahora, todo lo que me llega lo remito a Allah para que sea eterno. La cuarta cosa que he aprendido junto a ti: he visto que la gente juzga a las personas en función de sus riquezas, su fama o su genealogía, y he observado que yo no tengo nada de ello y después he escuchado las palabras que hay en el Corán "El mejor de vosotros ante Allah es el de corazón más sobrecogido ante su grandeza" y he sabido que lo importante es el temor del corazón y lo he practicado para ser noble y digno ante Allah. La quinta: he notado que la gente se envidia entre sí y después he leído en el Corán que Allah ha dicho "Yo he repartido la vida entre ellos" y he abandonado la envidia. La sexta: he visto que la gente se declara mutualmente enemistad y se agreden entre ellos, y he leído en el Corán "Shaitán es vuestro enemigo: tomadlo por enemigo", y he dejado de sentir enemistad hacia nadie y se la he declarado a Shaitán. La séptima: he visto cómo la gente se humilla para sobrevivir y he visto que en el Corán se dice "No hay bestia sobre la tierra cuyo sustento no dependa de Allah" y a partir de entonces me dedico a cumplir con lo que Él me ordena y dejo en sus Manos lo que Él me tiene garantizado. Y la octava cosa que he aprendido de ti: he visto a la gente apegada a sus negocios, a sus artes y a la salud de sus cuerpos, y yo he decidido apegarme a Allah".
Shaqîq al-Balji, un gran maestro sufi, preguntó a su discípulo Hâtim, que después también fue un gran maestro, qué había aprendido de él después de muchos años, y Hâtim le respondió: "He aprendido ocho cosas. La primera: he observado a las criaturas y he descubierto que cada una de ellas ama algo, pero cuando la criatura muere, lo amado la abandona y ella se queda sola en la tumba; y yo he hecho de mis bellas acciones lo que más amo porque no dejarán de acompañarme incluso tras la muerte. La segunda cosa que he aprendido contigo: He reflexionado en lo que dice el Corán "Allah prohibe al ego sus caprichos", y me he esforzado por alejar de mí mis caprichos hasta que me he asentado firmemente sobre la senda de la obediencia en exclusiva a Allah. La tercera: he observado que la gente guarda lo que aprecia, y he analizado las palabras del Corán que dicen "Todo lo que tenéis muere y sólo permanece lo que hay junto a Allah", y ahora, todo lo que me llega lo remito a Allah para que sea eterno. La cuarta cosa que he aprendido junto a ti: he visto que la gente juzga a las personas en función de sus riquezas, su fama o su genealogía, y he observado que yo no tengo nada de ello y después he escuchado las palabras que hay en el Corán "El mejor de vosotros ante Allah es el de corazón más sobrecogido ante su grandeza" y he sabido que lo importante es el temor del corazón y lo he practicado para ser noble y digno ante Allah. La quinta: he notado que la gente se envidia entre sí y después he leído en el Corán que Allah ha dicho "Yo he repartido la vida entre ellos" y he abandonado la envidia. La sexta: he visto que la gente se declara mutualmente enemistad y se agreden entre ellos, y he leído en el Corán "Shaitán es vuestro enemigo: tomadlo por enemigo", y he dejado de sentir enemistad hacia nadie y se la he declarado a Shaitán. La séptima: he visto cómo la gente se humilla para sobrevivir y he visto que en el Corán se dice "No hay bestia sobre la tierra cuyo sustento no dependa de Allah" y a partir de entonces me dedico a cumplir con lo que Él me ordena y dejo en sus Manos lo que Él me tiene garantizado. Y la octava cosa que he aprendido de ti: he visto a la gente apegada a sus negocios, a sus artes y a la salud de sus cuerpos, y yo he decidido apegarme a Allah".
PD-Tomo la introducción que arriba consta del blog Islamgurea http://wwwislamgurea.blogspot.com/ con el que nuestro hermano Daud nos deleita. Las razones por las que él decidió incluir esta introducción en cada entrada me parecen más que suficiente. Animo a todo el mundo a que entre en su página y se de un paseo por muchos aspectos del Islam.