jueves, 9 de julio de 2009

Pilares del Islam: la Salah (III). Tres reflexiones.

Bismilahir Rahmanir Rahim, Alhamdulilahi Rabbil Alamín, wa assalatu wa assalam ala Rasulillah (s.a.w.) En el nombre de Allah, Él Misericordioso, Él Compasivo, todas las alabanzas son para Allah El Señor de los Mundos, y que la paz y las bendiciones de Allah sean sobre Su Profeta Muhammad (s.a.w.).

Como ya he mencionado en las entradas anteriores, la salah (oración) es treméndamente importante en el Islam. Por esta razón, no me he podido resistir a añadir una entrada más con algunas reflexiones acerca del rezo con las que a contribuido activamente la hermana Maryam, a la que le agradezco su colaboración.

1- Ibn Umar dijo: “El Profeta, (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), dijo: “Observad parte de vuestras oraciones en vuestros hogares y no los convirtáis en tumbas.” (Bujari)


2- Abu Qatada dijo: “El Mensajero de Al-lah, (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), dijo: “El peor ladrón es el que roba su oración.” Le preguntaron: “¡Mensajero de Al-lah! ¿Cómo roba su oración?”. Respondió: “Cuando no completa la inclinación ni la postración”. (Ahmad)


3- Abu Huraira dijo: “El Mensajero de Al-lah, (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), dijo: “Ninguna plegaria supone carga mayor para los hipócritas que las oraciones de Fállar (mañana) e Isha (noche). Si supieran el bien que les aguarda por ofrecerlas, las hubieran ofrecido aunque hubieran tenido que arrastrar su cuerpo para ello”. (Bujari)

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